Los beneficios son grandes en función del volumen de facturas que se emiten.
Ahorro en gastos de envío.
Ahorro en tiempo en la facturación y mejora de la agilidad en la facturación.
Ahorro en tiempo en el archivado de documentos físicos.
Se aumenta la seguridad de las facturas.
Ahorro de gastos de impresión y de papel.